La Voz de Galicia. De tesis doctoral frustrada a empresa de éxito.
La historia de Ramón Lago podía ser la de tantos estudiantes que invierten años en su tesis doctoral y se acaban rindiendo. Pero su caso es diferente. Abandonó el ámbito académico y decidió hacer realidad su idea. Fundó en el 2014 RSP y desde entonces ha sumado éxitos progresivos. El primero fue ser finalista en el concurso Vía Vigo de Zona Franca y el más reciente, que sitúa su marca en el contexto europeo, un contrato con una multinacional holandesa para distribuir 400 máquinas por Europa en dos años. Su objetivo para el año 2016 era comercializar 168 en España.
La lista de clientes internacionales crecerá posiblemente los próximos meses. El pasado fin de semana lo pasó en Colonia (Alemania) junto a su socio holandés. Allí mostró sus productos en la FSB, la feria del deporte más importante del mundo. «Es enorme, tiene cinco pabellones, cada uno del tamaño del Ifevi», recuerda Lago: «Tuve que coger un minibús para llegar a mi estand». Entre las miles de personas destacaba esta joven marca viguesa. «No había nadie de la competencia de maquinaria inercial», pero si los fabricantes convencionales.
Lago reconoce que acudió con miedo e ilusión a la feria ante el temor de compararse con grandes empresas del mercado. Pero, para su sorpresa, «vinieron a fuchicar». Algo que le levantó el ánimo.
Su empresa está especializada en el entrenamiento físico inercial. Estas aprovechan la energía que realiza el deportista para evitar sobreesfuerzos. Estudiadas desde un punto de vista de técnico, sus máquinas están dirigidas a deportistas de élite que necesitan mejorar sus aptitudes pero sin forzar una lesión profesional. También se han fijado en sus productos los preparadores físicos y los fisioterapeutas, destacando de su idea los beneficios para la recuperación de problemas físicos.
El contrato con esta multinacional holandesa es ahora su principal estímulo, pues le supone un encargo de 50 máquinas por trimestre. «Tienen que cumplir una serie de objetivos mensuales, y está escrito de forma que si no nos compran, se rompe el contrato». Esto les ofrece seguridad jurídica para no construir aparatos de más.
Ahora mismo ofrecen tres modelos, diseñados por él mismo y fabricados de forma industrial por Mecanizados Ángel Álvarez. Son el cono, el yoyó de pared y el yoyó squat. Están diseñados de forma que se pueda entrenar cualquier músculo del cuerpo.
Los pedidos que les llegan de todas partes del mundo: EE.UU., Rusia, Emiratos Árabes o Francia. Lago explica que los preparadores físicos españoles «están muy bien valorados en el extranjero» y que gran parte de los encargos que recibe son directamente de ellos.
El objetivo de Lago es llegar a sectores más grandes que el de los equipos de fútbol, como lo es el mundo sanitario, los hospitales privados y las universidades. «Son gente más formada que conocen la evolución de estas máquinas y que se centran en la recuperación y prevención de lesiones», indica, motivo por el cual RSP les genera «expectación y las compran».
Los clubes de balompié son limitados, y de segunda división hacia abajo «no todos pueden gastarse 10.000 euros en equipamiento deportivo». Por ello considera tan importante ferias como las de Colonia, en la que espera repetir el próximo año «aunque ya no queda sitio».
Su orientación al deporte de élite también les llevó a crear una aplicación móvil que se puede conectar a las máquinas y obtener resultados de la fuerza, pudiendo comprobar los avances de los deportistas. También la han hecho compatible con , la aplicación de rendimiento deportivo más famosa del mercado, lo cual les da otorga una diferenciación respecto a sus competidores.
Entre sus socios está Eduardo Domínguez, extécnico deportivo del Celta, que le aconseja y le pone en contacto con clubes deportivos.
El apoyo de Zona Franca fue fundamental. Reconoce estar viviendo una muy buena experiencia que no podría haber llevado a cabo «sin el apoyo financiero del concurso», que le ha permitido contratar asesoría legal, con Baltar Abogados, para firmar contratos con clubes deportivos internacionales con plena seguridad jurídica. A través del organismo de promoción industrial también buscan inversores para seguir construyendo su negocio.